Dexametasona se da en dosis habituales de 0,5 a 10 mg al día, dependiendo de la enfermedad que esté siendo tratada. En las situaciones más graves se pueden requerir dosis superiores a 10 mg al día. La dosis debe ser ajustada de acuerdo a la respuesta individual del paciente y a la gravedad de la enfermedad. Para minimizar los efectos adversos, se debe usar la menor dosis efectiva posible.
La dosis y la frecuencia de administración varían con el protocolo terapéutico y los tratamientos asociados.
Población de edad avanzada, pacientes con insuficiencia renal o hepática: No se requiere ajuste de dosis.
Modo de empleo o forma de administración
Dexametasona se debe tomar junto con o después de las comidas para minimizar la irritación del tracto gastrointestinal.
Se deben evitar bebidas que contengan alcohol o cafeína.